Cada polluelo, una victoria: así avanza la conservación del Paujil de pico azul
La especie, endémica de Colombia, se encuentra en riesgo crítico de extinción. Se estima que hay, en promedio, 2.500 ejemplares en el país. El Zoo de Barranquilla emprende acciones de preservación.
Cada polluelo es una esperanza de supervivencia. Su vida está amenazada, su hábitat está siendo destruido y su caza furtiva lo pone en un estado inminente de desaparecer.
Con su melena negra encrespada y su estilo elegante, el Paujil de pico azul, especie endémica de Colombia, que solo existe en nuestro país, se ha convertido en una de las aves en riesgo crítico de extinción.
Se estima que solo existen 2.500 ejemplares en todo el territorio nacional y en muchas de las zonas en las que se encontraba desaparecieron.
Es una alerta que pone en jaque a una de las especies más importantes del país por su contribución ecológica y su capacidad de regenerar los bosques tras ser dispersora de semillas.
Además, como lo expresó Christian Olaciregui, director de Biología y Conservación del Zoológico de Barranquilla, es una responsabilidad de país protegerla por su importancia cultural y su arraigo con esta tierra colombiana. ¡Es un ave nuestra!
En Barranquilla, desde 2018, vienen adelantando una labor titánica para su conversación. A través de un proceso de reproducción controlada buscan repoblar la especie nuevamente y evitar su desaparición.
El Paujil de pico azul habita en bosques húmedos y puede encontrarse en el norte de Colombia, principalmente en la Sierra Nevada de Santa Marta y el Parque Tayrona; en el departamento de Córdoba, exactamente en el Parque Nacional Natural Paramillo, y en el Valle Medio del Río Magdalena. También en la Serranía de San Lucas, en el sur de Bolívar, y la Serranía de Las Quinchas, entre Boyacá y Santander.
Según los registros históricos, esta ave también habitó en los Montes de María, entre Bolívar y Sucre, sin embargo, se extinguió. La violencia y el conflicto armado de esta zona agudizó aún más la permanencia de esta especie en el territorio.
De acuerdo con Olaciregui, no había registros con evidencia de esta ave desde la década de los 60's y la inaccesibilidad al territorio por temas del conflicto armado no contribuyó para que se emplearan acciones tendientes a preservarlo. Solo hasta 2018 se pudo llegar a los Montes de María para seguirle a pista al Paujil.

El Zoológico y la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, a través de encuestas y cámaras trampa, que son dispositivos especiales que detectan movimientos y toman fotografías de las especies en su hábitat natural, realizó un monitoreo para determinar la existencia del Paujil en el territorio, sin embargo, no se obtuvieron registros.
A pesar de ese infortunio, las instituciones destacaron el gran potencial que tiene esta zona para que el Paujil vuelva y por ello le apostaron a la reproducción como mecanismo de supervivencia de esta especie. Es la segunda institución zoológica en el país que lo hace, la primera es el Aviario Nacional de Colombia.
“En el 2023 logramos, gracias a una pareja muy compatible con la que contamos y que viene de situaciones de tráfico ilegal, reproducirlos y nacieron cinco pichones que ya crecieron y de hecho han sido reubicados en otros zoológicos para formar parejas en diferentes sitios y así tener un programa de reproducción que nos puede servir para tener individuos disponibles para futuras liberaciones en caso de que sea posible”, contó el experto.
Traslados a zoológicos
Las 5 crías que se tuvieron en 2023 salieron de Barranquilla hacia zoológicos en Cali, Cartagena y el bioparque Ukumarí en Pereira. Faltan otros individuos pendientes por traslado al Parque Acuático y de Conservación Piscilago en Girardot.
Para 2025, recientemente, nació otro polluelo que está en etapa de crecimiento, bajo cuidado de expertos, para luego ser llevado a otra institución en el país.
Olaciregui explicó que los zoológicos tienen una capacidad de carga limitada y por ello la reproducción controlada de estos individuos y el traslado a otros centros de cuidado animal.
“Tenemos unos espacios que soportan un cierto número de individuos, entonces la reproducción estuvo pausada durante el 2024, pero este año volvimos a producir, en particular pudimos sacar un individuo, es macho y está en proceso de crecimiento y en el momento en que ya esté listo para ser reubicado le buscaremos un destino”, anotó.
El proceso de reproducción
Señaló que la reproducción de esta especie debe ser “muy ética y responsable”. Indicó que es importante tener en cuenta aspectos clave en la búsqueda de una pareja que sea compatible.
Esto evitará que se agredan entre ellos y que haya una cohesión para que puedan finalmente copular.
“Una vez la hembra pone un huevo, el huevo es retirado y es llevado a una incubadora casi de manera inmediata. Es la manera de asegurar una reproducción exitosa. Queremos contar con un conjunto de animales bajo nuestros cuidados que sea lo más diverso genéticamente posible y eso va a llevar a que no crucemos animales emparentados, a que los evitemos a toda costa. Es por eso por lo que estos animales se movilizan hacia otras instituciones”, explicó.
Destacó que es importante que otros zoológicos puedan reproducir sus propios individuos para que haya una mayor diversidad posible en términos de genética.
“No queremos, por ejemplo, que todas las instituciones estén llenas de animales que nacieron en el Zoológico Barranquilla, porque precisamente eso va a disminuir esa diversidad genética y esa es otra de las razones por las que no reproducimos de manera acelerada o continua”, anotó.
Contó que el apareamiento del Paujil de pico azul normalmente ocurre hacia finales del año en vía silvestre y ello ha coincidido con las instituciones zoológicas.
“A partir de diciembre se comienzan a observar comportamientos reproductivos y la copula es muy rápida y hay postura de huevos fértiles. Las copulas son muy rápidas, las hacen en cualquier momento, estando ahí en su ambiente, y al cabo de alrededor de 30 días, en promedio, eclosiona el huevo después de estar en la incubadora”, relató.
Reintroducción a los Montes de María
La proyección que se tiene con esta iniciativa es permitir la reintroducción del Paujil de pico azul a los Montes de María, territorio con potencial para la preservación de la especie.
Sin embargo, es un proyecto que aún se encuentra en etapa de diseño, porque requiere de todo un trabajo previo para lograr liberar estos animales. Se deben cumplir ciertas condiciones, además de que se requiere de muchos recursos económicos para garantizar la supervivencia de los ejemplares.
“Las reintroducciones deben hacerse de una manera muy responsable. Los individuos que van a ser liberados deben estar aptos a nivel de comportamiento y sanitario, por lo que hay unos protocolos que tenemos que diseñar, además el sitio en donde van a ser reintroducidos debe contar con las condiciones para que podamos maximizar su supervivencia. Esas condiciones son ecológicas o de hábitat, pero también son culturales”, dijo Olaciregui.
Lo ideal es liberar los animales en bosques que tengan buenas estructuras, buenos recursos para los individuos, pero también en sitios donde no vayan a ser cazados y por ello, afirmó el experto, hay que trabajar con las comunidades.
“Justamente la Fundación, cuando llegó a los Montes de María en el 2018, se encontró con un escenario muy positivo. Hay un proyecto desde el 2013 ocurriendo en esta región, alrededor del Santuario de Flora y Fauna Los Colorados, que es uno de nuestros Parques Nacionales Naturales, donde se han venido construyendo unos corredores ecológicos, mejorando la calidad del hábitat, protegiendo bosques con el apoyo de las comunidades”, anotó.
Los pronósticos son positivos para que el Paujil vuelva a los Montes de María. Están recuperando su hábitat con corredores ecológicos y un trabajo de sensibilización junto a las comunidades.
Un centro de cría especializado
No se tiene aun claridad de cuánto tiempo tomará hacer realidad esta reintroducción, sin embargo, desde el Zoológico y la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla se adelantan los diseños del proyecto y avanzan en la gestión de los recursos para lograrlo.
Se requiere de un centro de cría especializado para garantizar un proceso exitoso con el Paujil.
“Hay que generar un centro de cría en un área en donde no tengan contacto con personas, excepto por los que les proveen alimento a través de barreras. Son todos unos protocolos que estamos diseñando y que estamos realmente gestionando recursos para poder montar este proyecto”, apuntó el director de Biología y Conservación del Zoológico de Barranquilla.